Abucheos y silbidos a funcionarios de Rodríguez Saá en la entrega del Honoris Causa a Pepe Mujica
Buena parte del público que asistió a la ceremonia en Juana Koslay manifestó su reprobación a la nutrida representación del Gobierno. Se escucharon pedidos de renuncia al ministro de Seguridad, Luciano Anastasi.
En distintos momentos de la ceremonia de la entrega de la distinción Dr. Honoris Causa por parte de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) a José “Pepe” Mujica se produjeron abucheos y silbidos para los funcionarios de Alberto Rodríguez Saá.
La reprobación sucedió cuando la locutora de la ceremonia, Mónica Guevara leyó los agradecimientos y la presencia de “autoridades del Poder Ejecutivo provincial y municipal, señores ministros y secretarios de gestión, legisladores y concejales, intendentes”. Se dio cuenta del decreto del gobernador declarándolo huésped de honor, de la declaración de interés por parte la Cámara de Diputados y un pronunciamiento de homenaje del Concejo Deliberante.
El Anfiteatro Ave Fénix de Juan Koslay estuvo casi repleto y los abucheos y silbidos a los funcionarios no pasaron desapercibidos.
Hubo una importante presencia de integrantes del gabinete de Rodríguez Saá. Estuvieron los ministros de Gobierno, Justicia y Culto, Fabián Filomena; de Seguridad, Luciano Anastasi; de Educación, Eugenia Cantaloube; de Producción, Juan Lavandeira; de Ciencia y Tecnología; Alicia Bañuelos, de Desarrollo Social, Nicolás Anzulovich; de Turismo, Luis “Piri” Macagno y de Cultura, Silvia Rapisarda. Entre ellos se mezcló el ex ministro, Felipe Tomasevich.
El intendente de la ciudad de San Luis, Sergio Tamayo y parte del gabinete; la presidenta de la Cámara de Diputados, Silvia Sosa Araujo; la diputada Anabella Lucero, el procurador General, Luis Martínez y concejales como Juan Divizia y Agustina Gatto también asistieron.
Otro momento de disconformidad se registró cuando el ex presidente de Uruguay se detuvo en la faena de los políticos y su deber.
“Cuando entrevelamos la política con el amor a la riqueza la cagamos. A los que quieran mucho la guita que vayan a la industria, al comercio, al trabajo, que les vaya bien y paguen impuestos. Pero no entrevelemos una cosa con la otra (…) que el grueso que representan la lucha política y las ideas viva como vive la mayoría de su pueblo y no como la minoría privilegiada. Lo que más vale es el cariño, la confianza y el respeto de la gente”, dijo sin vueltas.
Una ola de aplausos bajó de la tribuna junto a murmullos y abucheos. Algunos gritaron “anoten” o “aprendan”. Inclusive algunas voces fueron más allá y se dirigieron a Anastasi con un “renunciá”.